28 - Persona

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ante tanta tristeza por los que ya no están es bueno recordar lo que alguna vez dijo el músico salteño, Cuchi Leguizamon:

"Si uno pudiera liberarse de la memoria quizá sería posible vivir como los pájaros y también morir como ellos, convertir a la muerte en un hecho natural, en una mansa entrega a la tierra. Pero yo tengo mi mente perjudicada por la filosofía; me resulta imposible dejar de pensar en las cosas que dejo o los que necesitan de mí, y me cuesta aceptar que después de todo la muerte es una aventura hermosa.
Siempre me acuerdo de una copla de Castilla que decía: Cuando la muerte venga no le ei de poner asiento/ así no vuelve a venir/ y le sirve de escarmiento."

Anónimo dijo...

"El séptimo sello fue siempre mi película favorita, y me acuerdo de cuando la vi, con no mucho público, en el viejo cine New Yorker. ¿Quién podría imaginar que un tema semejante pudiese proporcionar una tan agradable experiencia? Si tuviese que explicar el argumento, para convencer a un amigo de que la viese conmigo, ¿qué podría yo decir? "Bueno, transcurre en una Suecia medieval azotada por la peste y explora los límites de la fe y de la razón a partir de conceptos filosóficos daneses y hasta cierto punto alemanes." Eso no guarda gran relación con lo que se entiende por pasar un rato divertido, pero está todo contado con imaginación, suspenso y olfato tan pasmosos, que uno se queda clavado como un niño oyendo un desgarrador cuento de hadas. La negra silueta de la Muerte aparece de pronto en una playa, y el Caballero de la Razón la desafía a una partida de ajedrez, intentando ganar tiempo y descubrir algún sentido en la vida. La fábula arranca y se despliega con siniestra inevitabilidad. ¡Y las imágenes, una vez más, quitan el aliento! Los flagelantes, la quema de la bruja (digna de Carl Dreyer), y el final, con la Muerte que conduce el baile de los condenados al infierno, en uno de los planos más memorables de todos los tiempos."

Woody Allen